La semana pasada mientras estábamos esperando para comer en el Bar de Rafa, salí a la calle a fumarme un pitillo y me dí cuenta que girando la esquina al final del callejón rodaba lo que a primera vista me pareció un Seiscientos y a medida que se acercaba tube que asumír que mis ojos no me engañaban, me sorprendí bastante ya que hoy en día es muy dificil ver circular por nuestras ciudades o carreteras este ilustre vehículo salvo en concursos o carreras de coches de antaño, pues como decía, sí, efectivamente era un Seiscientos, UN SEAT SEISCIENTOS TÚ, y para mi sorpresa final va y se detiene delante de mí, se apea una señora mayor, más bien setentona diria yo, abre la puerta del garaje, se vuelve a subir en el seiscientos y allá va ella a guardarlo bajo techo, no me extraña que el coche pareciera casi nuevo con lo bien cuidado que la señora lo debía tener y operativo cien x cien. Ole, Ole y Ole...
SEÑORAS Y SEÑORES: EL SEISCIENTOS y dejémonos de tonterias, sin GPS, ni airbags, ni frenos de disco, ni Bluetoth, ni faros de XENON, ni DEVEDÉ, ni ná de na, ahi está, el familiar de los sesenta, IMPRESIONANTE:
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Joder, está impecable, ojo con la señora... |
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