viernes, 17 de agosto de 2007

DIARIO DE UNA MUJER A DIETA

Hoy he comenzado a hacer dieta. Mi médico me ha aconsejado escribir un diario donde debo anotar mi alimentación y comentar de mi estado de ánimo.
Me siento de vuelta a la adolescencia, estoy entusiasmada y muy motivada. Por más que la dieta sea dolorosa, cuando consiga entrar en ese vestidito negro maravilloso, va a estar todo perfecto...
Primer día de dieta. Un pedazo de queso blanco y un tazón de cereales dietéticos.
Mi humor está maravilloso. Me siento más liviana. Un leve dolor de cabeza tal vez...
Segundo día de dieta. Una ensaladita rápida. Algunas tostadas y un yogur. Aún me siento maravillosa. La cabeza me duele un poquito más fuerte pero no es nada que una aspirina no pueda solucionar...
Tercer día de dieta. Me ha despertado en mitad de la noche un ruido extraño... Creí que era un ladrón, pero después de un tiempo me he dado cuenta que era mi propio estómago haciendo un ruido que daba miedo... me he tomado un litro de té rojo... y estuve en el baño el resto de la noche.
Anotación: Nunca más tomar té.
Cuarto día de dieta. Estoy comenzando a odiar la ensalada. Me siento como una vaca mascando pasto todo el día. Estoy algo irritada pero creo que es del tiempo... Mi cabeza parece un tambor... Mi compañera de trabajo se ha comido un pastel de crema hoy durante el almuerzo. Me ha ofrecido pastel … ¡Pero yo he resistido!
Anotación: Odio a mi compañera de trabajo. Siempre ha sido una asquerosa y una pedante.
Quinto día de dieta. ¡Juro por Dios que si veo un pedazo más de queso blanco, vomito! Mi almuerzo, otra puta ensalada, parecía reírse en mi cara... Necesito calmarme y volverme a concentrar. Me he comprado una revista para leer en la cafetería mientras almorzaba con Pilar, mi compañera, la asquerosa, la que se estaba metiendo un cocido madrileño entre pecho y espalda, con sus garbanzos, su tocinito y yo mientras, me comía la puta ensalada de todos los días.
Anotación: Me detuve mirando la carta del menú, tardé más tiempo en leerla del que tardé en comerme la ensalada. Era la promoción de “Dia de las Empanadas”...
Sexto día de dieta. Estoy muerta. No he dormido casi nada esta noche y durante el poco tiempo que lo conseguí, soñé con un flan enorme adornado con nata y sirope de chocolate. Creo que hoy mataría por un trozo de tarta de queso con arándanos... en vez de ver personas; por momentos veo porciones.
Séptimo día de dieta. Fui al médico. Adelgacé 250 gramos. Es una mierdita, la gran puta!. Toda la semana comiendo hierba. Solamente me faltó mugir y perdí 250 gramos! El médico me explicó que es normal: “La mujer tarda más en adelgazar, más a su edad...”. ¡El hijo de p… me ha llamado gorda y vieja!
Anotación: ¡Buscar otro médico. Encima que es caro, no puedo dejar que me humille!
Octavo día de dieta. Fui despertada hoy por un pollo asado. ¡Lo juro!, estaba en la punta de la cama, bailando bachata y salsa.
Anotación: Mis compañeros de trabajo me empiezan a mirar raro...
Noveno día de dieta. Hoy no fui a trabajar. El pollo asado me volvió a despertar, parecía una odalisca; danzando la danza del vientre esta vez.
Pasé el día en el sofá viendo la televisión. Creo que existe un complot. Todos los canales pasan recetas de cocina y enseñan a hacer tartas de frutillas, lasaña y selva negra..., ¡todos comen!, pero la gorda soy yo.
Anotación: Comprar otro mando a distancia..., en un ataque de furia lo he tirado por la ventana. Me siento como un poco nerviosa...
Décimo día de dieta. Odio a Pilar Segura, mi compañera la asquerosa.
Anotación: Cuando me miro en el espejo; me noto una mirada “rara”...
Décimo primer día de dieta. Hoy pateé al perro de mi vecina, se acercó moviendo la cola. Grité como una loca desesperada. En el trabajo el conserje ya no entra en mi despacho y las secretarias se apartan contra la pared cuando yo paso.
Anotación: Comprar pañuelos de papel, me he dado cuenta que cuando trabajo con el ordenador pienso en porciones de pizza y babeo el teclado.
Décimo segundo día de dieta. Sopa. Eructo ajo.
Anotación: Nunca más juego a las cartas con el pollo asado. El siempre gana.
Décimo tercer día de dieta. He pasado por la consulta del medico a pesarme, La balanza no se ha movido. Ella no se ha movido! No he perdido ni un mísero puto gramo! he comenzado a reírme a carcajadas. Asustado, el médico, ha sugerido que me visite también un psicólogo. Creo que ha llegado a decir psiquiatra o tratamiento. ¿Será porque lo he amenazado con un bisturí? 0 ¿porque luego le he cogido de las solapas de la bata y he empezado a zarandearlo gritando como una loca a su estetoscopio?
Anotación: No vuelvo más al médico, el tío se cree que es un crack, y lo único que hace es sacarme la pasta.
Décimo cuarto día de dieta. El pollo me presentó unos amigos. El lomo es un intelectual, el buen vino es simpático y divertido y la torta es un poco callada, con pinta de amarga. Jugamos a las cartas hasta la madrugada. ¡perdí!
Décimo quinto día de dieta. Maté a Pilar Segura! La corté en pedacitos al igual que corté todas las fotos de las modelos súper flacas que tenía en mi casa...
Anotación: El pollo y sus amigos están fastidiados conmigo. Me he comido un pedazo del Sr. Pan, fue en legítima defensa, el me amenazó con un pedazo de salami!
Décimo sexto día. No estoy más a dieta. Me cabreé con el pollo, me lo comí junto con el pan. Y arremetí con la torta. ¡¡¡Ella realmente era una dulce!!!
Anotación: Encontré una notita debajo de la puerta de entrada, es de mis compañeros de la oficina, dicen que me visitarán en la Clínica.

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